Sunday, July 8, 2012

Piña colada


Historias que escucho sin querer escucharlas.
Realidades que presencio sin querer presenciarlas.
En un laberinto, la salida puede ser la entrada y la salida puede no existir.
Vagabundo en una dimensión en donde la inocencia reinaba.
Sediento por verdades que no quiero conocer.
La garganta seca, árida, muerta.
Con miedo a gritar por temor a sufrir una hemorragia fulminante.
Buscando un oasis que me hidrate la conciencia.
Un recurso renovable se vuelve tan escaso como la razón.
Desnudo, buscando alguna tela que sirva de cómplice para mi pudor.
Vestigios de las aventuras se manifiestan, evidenciando la inocencia perdida.
Un puñado de clavos recorren la garganta y se alojan en el estómago.
No es lo mismo saber por saber, que saber por presenciar.
El azúcar que decoró mis labios traía una esencia extranjera.
El dulce engañó mi paladar, nubló mi razón, cegó mi malicia.
Días después, aun se podía saborear la fruta en mi encía.
Aun sediento, el agua de coco no controla mi sed.
Aun hambriento, la piña no tranquiliza mi apetito.
Aun temblando, los rastros de pasión no calman mis necesidades.
Heme allí, buscando abrigo, encontrando memorias que desconozco.
Paralizado ante la realidad.
Los clavos siguen recorriendo mi interior, lacerando todo a su paso.
Queriendo tragar ácido para cauterizar las heridas.
Queriendo ser violento pero sin puños para serlo.
Escupiendo el azúcar que se alojó en mi boca.
Necesito agua, necesito fragancia a flores.
Aunque artificial, el aroma cuenta historias tan reales como el sexo.
La fantasía se desviste, la realidad me besa nuevamente.
Besos dulces.
Las dulces mentiras pueden ser peores que las amargas verdades.
Mi lengua está confundida.
El corazón debe escuchar.
La sed se sacia con agua, el azúcar sólo genera más.
Buscando cobijo, encuentro la razón de mi sed.
No busques agua en la caña de azúcar.
No busques realidad en la fantasía.
No busques tesoros en barcos hundidos.
No busques, no esperes.
Vive. Sin buscarlo y sin esperarlo, el diluvio que busca tu garganta caerá una vez más. 
Caerá. 
Ya verás.