Saturday, April 30, 2011

Más que un álbum


La vida parece ser una constante de eventos, fotografías colocadas unas junto a las otras en un orden que simplemente se da.
Si tomamos unos minutos para viajar en el tiempo, explorar nuestras mentes, veríamos que en la ultima semana, en el ultimo mes, en los últimos años, la vida ha sido un sube y baja de emociones que nos ha llevado a estar donde estamos.
Puede que hoy salgamos a divertirnos, decidamos permanecer en casa o compartir con algún amor, pero al final, sigue siendo una noche, sigue siendo unas horas, sigue convirtiéndose en recuerdos.
Es tan difícil tratar de expresar lo que tengo en la mente.
Como me gustaría poder hacer de la vida algo más que una sucesión de eventos, algo más que una lucha constante por mejorar lo que hicimos el día anterior, algo más que un álbum de fotos que podremos repasar cuando seamos ancianos. Hablando de, todos hemos sido “víctimas” en un momento u otro de esas historias que los viejitos nos cuentan, parecen irse en un “viaje” y se les hace difícil parar de contar sus aventuras. Creo que es normal. Al final de nuestras vidas, cuando la vitalidad sea tan pobre como nuestra capacidad de seguir añadiendo fotos al álbum, lo único que nos restará será el compartir esas memorias, el tratar de regalar conocimiento (muchas veces despreciado) y el tratar de ayudar de una manera u otra a esos seres que nos importan con tantas historias de una larga trayectoria por el mundo.
¿Será posible hacer algo más de la vida que un álbum de fotos? ¿Será posible el detenernos por un segundo y desear algo más que superación?
Quiero hacer de mi vida algo más que un álbum, quiero hacerla una playa, en donde cada persona tenga la oportunidad de llevarse un poco de arena, en donde puedan venir a sentarse y hablarle al viento, en donde puedas relajarse con las olas, bañarse con el agua, distraerse, gozar del sol, contemplar la luna. Una playa en donde yo mismo pueda sentirme sereno, pueda ser yo, expresarme libremente, respirar y gritar, llorar y reír, una playa que permanezca una vez mi cuerpo desvanezca.
Quiero que mi vida permanezca de una manera u otra en el mundo, no como un espíritu, no como la memoria de un artista, pero como la playa en donde yo mismo, desde el más allá, pueda venir a darme un chapuzón. Un lugar antes que un álbum, un oasis en el cual esos que vengan después de mi se desahoguen, sepan que vale la pena seguir adelante, un rincón en el que puedan llenarse de energías para enfrentar todas las [in]flexiones del camino. 

Sunday, April 24, 2011

.Fe.

De un tiempo para acá he estado compartiendo mi vida, lo mas íntimo de ésta, con una vieja amistad...

Es increíble como la gente evoluciona, como las palabras mas sabias bailan en la boca de personas que creías que no estaban en ese punto de sus vidas. Supongo que sólo toma un poco de tiempo y de situaciones un tanto complicadas para lograr metamorfosis en los seres humanos...

Muchos dicen que la gente realmente no cambia, pero si fuera así, si esa fuese la realidad de este mundo, ¿En dónde quedan las segundas oportunidades? ¿Dónde queda la esperanza de recibir amor de quien una vez te odió? ¿Dónde queda la posibilidad de mejorarnos nosotros mismos como humanos?

Poco a poco siento que la vida, como el cielo, se despeja. Las nubes oscuras que una vez taparon mis ojos y no me permitían ver, esas que no paraban de llover, se van aclarando y van develando un mundo lleno de colores y posibilidades.

No creo en ángeles, tampoco en demonios, pero puedo decir que creo en la evolución de las personas y creo que puedo recibir exactamente lo que mis oídos necesitan escuchar de personas que han cruzado por puentes parecidos a los que existen en mi camino. Personas que una vez sentí que quizás eran inadecuadas ahora las considero personas que pueden brindarme todo lo que necesito como hombre en crecimiento.

No puedo mas que vivir agradecido pues poco a poco esas nubes oscuras se convierten en neblina que refrescan mis cansados pies. Poco a poco mi camino se va convirtendo en una aventura que no me quiero perder. Poco a poco el orgullo y la esperanza que tengo en la humanidad se ve alimentado por esos "ángeles" que me susurran sus hazañas. Poco a poco siento que mi cuerpo, mi alma y mi mente se manifiestan de maneras que jamás había experimentado. Poco a poco me siento mas humano. Poco a poco me amo más... Y así, lentamente, me preparo para devolverle luz a todos esos que en un momento u otro me iluminaron.

Gracias.

***Estrella***

Una de mis mejores amigas, Sheila, me dijo que escuchara esta canción...

Te amo Shei.


No sé si puedo ser
todo lo que hoy eres para mí
tú en mi vida
como a un barco en la distancia vas guiándome
con tu estrella iluminándome.

Quiero ser lo que tú eres para mí
todo lo que eres para mí.

No sé si alguna vez
soñarás mi piel cuando yo no esté
si fuera así
te sentirías
como un barco en la distancia y yo guiándote
con mi estrella iluminándote.

Aunque tu luz no es la más intensa
el cielo gira a tu alrededor
qué dulce es sentir tu amor
qué fácil es querer así.

Quiero ser lo que tú eres para mí
todo lo que eres para mí.

--- Presuntos Implicados ---

Saturday, April 23, 2011

Te perdono...

Experimento #1: Canción escrita en un momento de catarsis hace ya un tiempo...
Recogiendo, encuentro una bolita de papel con esta canción escrita. Me pregunto que habrá pasado para haberla tirado a la basura. Creo que ninguna creación debería ser desecha, todas representan un sentir en un momento específico. Al repasar éstas cosas podemos ver todos los pasos que hemos dado y como éstos nos han hecho crecer de una manera u otra...


-Te perdono-


Con mis pies toco el agua,
Salada como nuestra última cena juntos,
Todo comenzó en un cuarto vacío,
Y ya me ahogo, ya siento frío.

No fue fácil leer tus labios,
Peor aun fue escuchar los hechos,
No te culpo al cien porciento,
Pues ambos cargamos secretos en el pecho.


Coro:
Sin más ni más te perdono,
pues juntos construimos una vida,
Y a pesar de las mentiras,
veo en el túnel una salida.

Te perdono amor mío,
pues al final somos humanos,
y es justo aceptar que erramos
y es sincero aceptar que nos amamos.

-


Ya casi sin oxígeno suplico,
le exijo a la vida una oportunidad,
merezco mostrar lo que puedo dar,
mereces escuchar que el pasado quedo atrás.

Tragando mis lágrimas recuerdo las tuyas,
ambos sufrimos, ambos crecimos,
no tengo fuerzas para seguir luchando,
poco a poco me voy ahogando.


Respiro profundo y grito...

Coro:
Sin más ni más te perdono,
pues juntos construimos una vida,
Y a pesar de las mentiras,
veo en el túnel una salida.

Te perdono amor mío,
pues al final somos humanos,
y es justo aceptar que erramos
y es sincero aceptar que nos amamos.

-

No busco explicación,
Ni busco tu perdón,
Solo busco drenar este espacio... lograr que entremos en razón.

Sin más ni más te perdono...

...sin más ni más nos perdono.

-in-mó-vil-

En este estado en el que me encuentro sólo puedo pensar...

Sólo puedo recordar.
Sólo puedo desear.

He pasado tanto tiempo enfocado en cosas que no me llevan a nada que me siento perdido.

Me la he pasado buscando maneras fáciles de salir adelante.
He estado levantando piedras buscando rastros de algún viajero. Tratando de comprender como se sale adelante cuando uno siente que ya es muy tarde, cuando uno se encuentra a oscuras en un túnel.

Es tan extraño, siento que he estado aquí anteriormente. Siento que ya he tocado fondo, y que de alguna manera logré salir del... pero ¿Porqué ahora es tan difícil?

Siento que me castigo por cosas que no puedo cambiar... Siento que estoy dispuesto a dejar pasar cosas que atentan contra mi dignidad, cosas que en mi sano juicio vería como traiciones imperdonables.

Catatónico...

En este estado en el que me encuentro sólo puedo sentir que no siento.

Me siento cuadraplégico emocionalmente, pienso mas no actúo, siento mis ojos moverse mas no reconozco lo que ven, siento mi alma desahogarse mas no perdono lo que ella desea sanar, mas no juzgo lo que ella desea olvidar.


Despues de todo... ¿Porqué sentirme inmóvil cuando nadie me impide ser libre?

Monday, April 11, 2011

Desde el mar allá...



He fallecido.

Esta sensación es irónica: como puedo sentirme confundido si he muerto. ¿Dónde está la luz al final del túnel?

Veo arena. Bajo mis pies, a lo lejos, infinita. Camino sobre ella, mis huellas son tan efímeras como mi conciencia. He perdido la noción del tiempo. He perdido todas mis cualidades de humano.

Trato recordar, mi mente esta vacía. Me esfuerzo por identificar quien soy. Las memorias han quedado en mi cuerpo; mi alma, en contra de mi voluntad, ha perdonado las injusticias. Me encuentro en la forma más pura de mi ser. Soy y no soy. Soy lo que no fui.

Deseo volver a sentir. Deseo volver a sufrir. Sufrir antes que no sentir. Morir en vida antes que vivir en muerte.

Camino entre las dunas, sin reconocer los vestigios de la dimensión abandonada. Busco pistas de mi vida pasada. Se empaña mi mirada. Busco compañía. No me siento solo, estoy solo.

Trato de descifrar mi entorno. ¿Dónde están los demás? Experimento un episodio de Déjà vu. Las dunas se disipan. Plantas comienzan a aparecer. Escucho olas rompiendo. Espuma abraza mi cuerpo. En la oscuridad reconozco todo.

Una noche en la playa se convirtió en la tumba de mi dignidad. He muerto en vida. Me he convertido en todo lo que una vez critiqué.

Respiro porque es involuntario, parpadeo porque me arden los ojos. Las olas me dan la bienvenida. Las profundidades me oprimen el pecho. 


He fallecido. Puedo sentir en la muerte.


Apostemos.

Me atrevería a apostar que casi todo hogar posee un espejo.


Me atrevería a apostar de que la mayoría de nosotros nos vemos en uno aunque sea una vez al día.


Me atrevería a apostar que en algún momento de nuestras vidas hemos tenido un proceso de introspección frente a uno.


Me atrevería a apostar que muchos hemos cuestionado la vida, las altas y las bajas de ésta, frente a nuestro reflejo.


Me atrevería a apostar que muchas veces nos hemos criticado fuertemente en esa imagen.


Me atrevería a apostar que hemos sido víctimas de la opinión de los demás.


Me atrevería a apostar que hemos sido presionados a hacer cosas que originalmente no deseábamos hacer.


Me atrevería a apostar que en ocasiones pudimos haber dejado nuestro valor en las manos de otros.


Me atrevería a apostar que nuestra dignidad fue atropellada y olvidada por nuestra falta de objetividad.


Me atrevería a apostar que hemos llegado a entregarnos en cuerpo y alma a personas que no lo merecían.


Me atrevería a apostar que sólo aquellos con una gran fuerza de voluntad y el enfoque correcto han podido salir de situaciones desventajosas para su bienestar.


Me atrevería a apostar que una vez salimos de nuestros problemas y miramos hacia atrás nos parece que no era tan difícil como creíamos.


Me atrevería a apostar que el aprendizaje que conlleva el superar estas experiencias nos hace, de una manera u otra, sentirnos más preparados para las vicisitudes que se puedan avecinar.


Me atrevería a apostar que nuestra entrega a la pasión nos ha hecho sentir llenos y plenos, como también vacíos y perdidos.


Me atrevería a apostar que estás casi seguro que no apostarías conmigo.


Me atrevería a apostar que tanto tú como yo somos seres humanos que desearíamos que la vida nos devolviera todo lo positivo que hemos entregado.


Me atrevería a apostar que debes estar sediento por alcanzar todas tus metas, por realizar tus sueños.


Me atrevería a apostar que ya es hora de dejar las apuestas y enfocarnos en nuestro destino.


Me atrevería a apostar que la próxima vez que nos miremos en el espejo no veremos otra cosa que no sea un púgil determinado a triunfar.


Me atrevería a apostar que no importa la refracción que nos muestre ese espejo nos sentiremos capaces de lograrlo.


Me atrevería a apostar que deseas comenzar hoy mismo.


Me atrevería a apostar porque yo lo deseo... y así será.



Sunday, April 10, 2011

Frío






"Pero el silencio es algo frío, y mis inviernos son muy largos" - Muñeca de Trapo, La Oreja de Van Gogh


He pasado tanto tiempo temblando en las noches. Como si la soledad fuese una masa de aire polar que se posa junto a mi almohada. Llego cansado de mis tareas esperando encontrar un lugar donde pueda sentirme tranquilo. Entro a mi cuarto sólo para encontrarme con una tormenta de nieve. Confieso que busco maneras de acabar con ella, duermo en la sala, o simplemente no duermo.


Es un sentimiento tan extraño.


El buscar el calor en donde más resguardado del frío me he sentido sólo hace que me de cuenta que la soledad sigue ahí. Sin embargo, cuando entro al lugar donde por tanto tiempo fui uno con el espacio me siento diferente, siento que puedo estar tranquilo. Siento que las paredes que poco a poco me olvidan de repente me hacen sentir en casa. Me recuesto, no siento el frío, siento que me abraza un calor conocido. A pesar de sentir que ese calor posee mi cuerpo siento que mis labios se agrietan y lucho para ignorar la premonición de un inminente desastre natural.


Al despertar, abro la puerta, salgo al balcón, siento que una criatura se pasea entre mis pies, contemplo una ciudad blanca. La tormenta acapara todo el horizonte. ¿Cómo puede esto suceder luego de ese lapso de calor intenso?


Me siento confundido.


Creí que la tormenta se limitaba a invadir mi cama en las noches; estaba equivocado. Luego de sentir el más puro calor humano por horas, descubro que nuevamente el frío se adentra por mis huesos y me congela el alma. ¿Cómo puedo ser humano con un bloque de hielo en mi corazón? ¿Cómo puedo romper con este témpano que me hace sentir resfriado constantemente? Son demasiadas cosas que pensar, que preguntarme.


Es cuestión de abrir los ojos, supongo.


Estoy seguro que no estoy viendo las cosas objetivamente. 
Estoy convencido de que existe algo que está retozando frente a mis ojos y me niego a verlo. 
Estoy siendo víctima de mi inocencia, paradójicamente, una inocencia que creí haber perdido hace mucho. 
Estoy lanzando puños al aire, tratando de luchar con algo que simplemente no veo, que no entiendo. 
Estoy cayendo rendido ante un ente que no siente lo que siento. 
Estoy durmiendo en una cama de hielo porque me niego a dejar entrar el calor. 
Estoy sintiendo frío porque el vacío de mi cama me hace sentir vulnerable. 


Estoy buscando el calor donde ya no existe. 


Estoy buscando soluciones cuando las soluciones siempre han estado frente a mí.


Estoy buscando detener una tormenta a la cual mi ignorancia sigue alimentando.





Wednesday, April 6, 2011

Es hora.

Es hora de volver atrás.

Todo oscuro.

Una fría brisa duerme los dedos de los pies.

El crujir de las hojas secas hace temblar las rodillas.

La mirada se nubla, se deshidratan las pupilas.

Luces de colores generan confusión.

Trata de tragar, mas no hay saliva.

La gravedad aumenta, retando al cuerpo.

Un peso en la espalda agrieta la espina.

Trata de acelerar el paso.

Se apoya de lo que encuentra, no aguantará mucho más.

Llega a un lago. Se arrastra hasta la orilla.

Trata de mojar su rostro, mas el agua es volátil.

Se rinde. Se agobia.

Se lanza al lago. Flota sobre este.

Respira profundo. Torna su visión hacia la transparente superficie.

Observa el agua con asombro.

Contempla una escena retrospectiva. Su vida se manifiesta.

Se siente desfallecer. La presión disminuye grandemente.

No reconoce su rostro. La retrospección se vuelve introspección.

Analiza su percepción del amor. ¿Esperó más de este sentimiento?

Se cuestiona si realmente valieron la pena los sacrificios.

¿Será recordada su entrega?

Sobre-analiza sus decepciones.

Se auto-flagela indiscriminadamente.

Se perdona.

Toca su rostro.

Lagrimas de felicidad hidratan sus ojos.

Se reconoce.

Recobra el aliento.

Toma fuerzas para levantarse.

Cae al agua. Se hunde hasta el fondo.

Suelta la pesada carga. Se despide.

Emerge lentamente. Se alimenta de las memorias.

Sale a flote. Llega a la orilla.

Mira al lago. Lo nombra ‘Pasado’.

Le da la espalda. Se dirige al bosque.

Luces de colores generan esperanza.

La mirada se aclara, se contraen las pupilas.

El crujir de las hojas secas hace despertar el apetito.

Una fría brisa duerme sus ganas de volver atrás.

Todo brillante.

Es hora de sólo mirar adelante.



Saturday, April 2, 2011

Zzzz...


Despierto, descubro la luz, toco mi pecho, huelo la sabana, acomodo mi cabeza en la almohada, miro al techo, reaccionan mis sentidos ante el entorno.

Pienso en mi ayer, en mi ahora, en el próximo movimiento, en el próximo pensamiento, en que debo y no debo pensar.

Una vez más muevo mis brazos, descubro el mundo de mi cama, fría, huele a mi, sólo una vaga fragancia de mi pasado detona recuerdos inconsistentes.

Por unos segundos me siento solo, consolado por la comodidad y la calma de mi oasis.

Siento sed, el hambre no llega aun.

Muerdo mis labios, busco algún sabor, algún recuerdo de la noche anterior. No encuentro nada, quizás un ligero sabor a alcohol, quizás de mi perfume.

El aire me falta por un segundo, algún recuerdo me ataca los pulmones. Respiro profundo, libero mi mente de cualquier pensar.

Toco mi cabello, despeinado como mis ideas, trato de organizarlo como si alguien fuera a verme, trato de organizarlas como si alguien pudiera verlas.

Doy una vuelta, descubro rincones, olvidados lugares de ese suave mundo que me da la bienvenida a un nuevo día.

Trato de encontrar algo que me haga recordar como llegue ahí, solo recuerdo una pesadez, un cansancio, una falta de energía que logró que me rindiera ante mi sereno lecho.

Huelo mis manos, comienzo a cuestionar mis sentidos. No encuentro evidencia sobre mi cuerpo que me ayude a comprender.

Me siento sudado, pero no lo estoy.

¿Dónde quedó la fuerza? Siento que me falta voluntad. Mis músculos se encuentran desconectados de mi cerebro, ellos aun duermen.

Trato de concentrarme, trato de recordar si alguna pesadilla perturbó mi sueño.

No puedo recordar, por más que trate.

Me armo de valor, muevo mi cuerpo. Encuentro mi celular, es muy temprano. No hay mensajes ni llamadas perdidas.

Sobre mi mesa de noche hay un control remoto negro, oprimo un botón, comienza una música a llenar el pequeño espacio. 

Entre unos rayos de sol, una ligera y romántica música, unas suaves almohadas, y un desnudo cuerpo, tengo una epifanía: un nuevo día comenzó.

Siento que ha pasado mucho tiempo, me altero, me calmo, solo han pasado unos minutos desde que abrí mis ojos. Se acelera el corazón, se despiertan mis músculos, se contraen las pupilas, termino sentado en la cama.

Toco la pared junto a mí, siento unas sutiles vibraciones, la música llena de vida (y de alguna melancolía) a esas paredes. Me alimento de esa energía, toco el piso con mis pies.

Me estiro, preparo a mi cuerpo para el aborto. Después de todo, ya es hora de abandonar ese nido que por unas horas me hizo sentir tan seguro.

Me levanto, me paro frente al espejo. Me veo descansado. En el reflejo veo mi espacio, veo que no estoy solo, veo que ella sigue ahí conmigo.

Se levanta y se acerca a mi, me dice que todo estará bien.

Es fría, se alimenta de mi calor. Mi temperatura aumenta. Vuelve el sentimiento de que estoy sudando.

En el reflejo veo todo vacío, me pregunto donde esta todo. Veo una vida vacía. Me asombro. ¿Cómo permití esto?

Ella se acerca a mi oído nuevamente, trata de explicarme lo que estoy viendo.

Me dice en un tono casi inaudible: "Uno pasa tanto tiempo dando tanto… que en el momento en que reaccionas lo único que te queda es el aliento".

Se me eriza la piel, siento que el aire se vuelve pesado. Jadeante, cierro los ojos.

Abro los mismos. Me encuentro entre mis almohadas. Inconscientemente olfateando alguna vieja pieza de ropa. Bostezo.

Entre unos rayos de sol, una ligera y romántica música, unas suaves almohadas, y un desnudo cuerpo, tengo una epifanía: un nuevo día comenzó. Es hora de recuperar todo lo que he perdido.




Friday, April 1, 2011

.Vendado.

El elemento sorpresa ha sido la orden del día durante toda mi vida.


El sentirme vendado ante la vida trae consigo expectativas ambiguas, trae un sentimiento de duda, trae esperanza, trae miedo. Cada día que pasa suceden situaciones inesperadas, vivencias que nos llevan a cuestionar o a reafirmar nuestra capacidad como púgiles. Lamentablemente, es normal que la duda nos lleve a tomar decisiones calculadoras, nos hace perder la espontaneidad.


Nuestra naturaleza animal nos lleva a sentir miedo ante lo desconocido e inconscientemente sentimos un temor eterno gracias a los cambios súbitos que trae la linea de la vida. Por más [in]flexiones que encontremos en nuestro camino, cada una de ellas trae consigo una nueva enseñanza, un nuevo sentir de duda que culmina en aprendizaje forzoso. Somos autodidactas por naturaleza y luchadores por vocación. Somos frágiles por nuestra condición humana y fuertes por imposición. Somos animales por instinto y humanos por práctica.


El elemento esperanzador detrás de la duda es la savia de muchos. Como dicen: "La esperanza es lo último que se pierde". Precisamente es ese "no saber lo que sucederá más adelante" lo que nos permite llenar nuestra cabeza de ideas, a veces atontadas, otras  veces acertadas. Es precisamente la seducción de lo incierto lo que permite que vivamos llenos de sueños, es precisamente el no conocer el futuro lo que nos permite ser humanos.


Día tras día somos bombardeados por cuestionamientos, somos víctimas de nuestra curiosidad, caemos rendidos ante el invisible vendaje que hace de la vida algo tan inesperado. Sentir miedo no es de cobardes, rendirse ante este, sí lo es. Sentirnos perdidos no es de lunáticos, permanecer así, sí lo es. Aceptar que tenemos un vendaje intangible es de realistas, pretender luchar contra éste, no lo es. Vivir la vida aceptando las [in]flexiones que se presenten en el camino es de luchadores, tratar de evadir el aprendizaje que traen esas desviaciones... no lo es.